sábado, 21 de marzo de 2015

La percepción de la realidad


         La realidad es la suma de las infinitas posibles percepciones que puede adoptar el observador.
         Cada individuo percibe la realidad de forma diferente. Puesto que lo que observamos es una ilusión.
         Percibimos la realidad tal y como somos. Es más, aquello que percibimos en el exterior, es un reflejo de nuestro interior.
         El exterior es una proyección de nuestro interior, por lo que en realidad estamos viendo proyectado aquello que creemos. Nosotros somos lo que creemos que somos e incluso nuestro habitáculo "físico" es transformado diariamente mediante nuestros pensamientos. Nos percibimos desde una perspectiva única y personal.
         De igual manera percibimos el exterior con nuestro sello personal, transformándolo a medida que vamos transformando el interior.
         Podemos entender entonces que para cambiar nuestra realidad, debemos cambiar aquello que la crea, es decir, debemos cambiar el interior que se encarga de percibirla de un modo concreto, proyectando esa realidad, creándola y atrayendo todo aquello semejante hacia nosotros.
         Volveríamos al tema de la sugestión mental para cambiar la programación subconsciente (ver artículos relacionados: la importancia del subconsciente y la reprogramación mental).
         La percepción de la realidad depende del nivel de consciencia que tenga cada uno. Y ese nivel de consciencia particular nos llevará a vivir una realidad con un nivel de frecuencia específico. Nuestra consciencia se nutre de la información, y cuanta mayor sea mayor, será nuestra capacidad de percibir el mayor abanico posible de los elementos que conforma el Todo.
         En este planeta, podemos apreciar que las realidades que viven los individuos en el mismo, es muy distinta dependiendo del lugar en el que habitan. En este planeta coexisten diferentes lugares con niveles de frecuencia distintos. Eso es debido a los deferentes niveles de consciencia de los seres que encarnan en los diferentes lugares.
         Incluso en un mismo lugar hay subniveles de consciencia ocupando el mismo espacio, habiendo individuos que viven realidades muy diferentes en un mismo lugar.
         El hecho de haber adquirido la capacidad de viajar y visitar lugares tan diferentes, ya sea in situ o a través de sistemas de transmisión de información como la televisión o similares, significa la posibilidad de hacerse consciente de las diferentes realidades y poder llegar hasta ellas y, tras una buena observación y análisis, aumentar el grado de comprensión hacia el prójimo. Es decir, que cuando entendemos que para alguien es tan diferente su percepción de la realidad en comparación a la nuestra, comprendemos porqué aunque para nosotros su forma de actuar puede parecernos extraña e ilógica, pues la misma depende únicamente de la información que tenga para percibir aquella parte del todo, que para ese individuo es lo único que existe.
         La expansión de la consciencia hace que nos hagamos conscientes de las diferentes realidades y por ello podemos acceder a ellas, para así ampliar aún mas nuestra consciencia, puesto que todo lo que existe es parte del Todo, y ello nos permite adquirir conocimientos desde nuevas perspectivas, desde el punto de vista de otro observador.
         Hay una frase que dice: "la belleza está en los ojos del que mira". Esto quiere decir que todo depende del observador y su percepción de algo concreto.
         Concluyendo, no hay realidad, solamente ilusión, proyección. Vemos a través de los ojos. Realmente aquello que percibimos, analizado en profundidad, es vacio. Es sorprendente, pero ello evidencia que se trata de un especie de proyección holografía.
         Pero tiene mucho más sentido de lo que parece. Nuestra misión es el autoconocimiento, la comprensión de lo que somos. Para ello proyectamos lo que somos, para verlo desde otra perspectiva, viéndonos delante de nuestros ojos. Como nos percibimos como partes separadas del Todo, así nos proyectamos y nos vemos, como algo individual. A medida que vayamos adquiriendo consciencia de que somos parte de la Unidad, entonces empezaremos a recorrer el camino que conduce a la integración en la misma. Todo depende de lo que percibamos, así de simple.
         Así que aquello que creemos es lo que vivimos. Si quieres cambiar algo en tu vida, cree en aquello que quieres. Porque si quieres algo, pero no lo crees posible interiormente, exteriormente no se hará real para ti.
         por último recurriré a la frase: "tanto si crees que puedes como si crees que no puedes, estás en lo cierto". Todo depende de lo que creas. Observa lo que percibes y sabrás quien eres. Compréndete a ti mismo y lo comprenderás todo.
         Y recordad que cuando nos hacemos conscientes de que formamos parte de algo tan grande, de que somos Uno con el Todo, entonces entendemos que dar es recibir al mismo tiempo y que el amor al prójimo es el amor a uno mismo.
 
 

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