Reprogramar el subconsciente es una tarea que requiere una gran dedicación, un constante esfuerzo, para derribar los muros que limitan nuestra realidad.
Para reprogramar
la mente es necesario aplicar técnicas de sugestión mental.
Lo primero que
deberíamos hacer es ser conscientes de que personalidad hemos adquirido y como
interactuamos con los demás. Así pues, se trataría de prestar atención a como
actuamos. Es como observar desde un segundo plano nuestras reacciones, nuestra
respuestas, nuestro sentimientos ante ciertos estímulos,...
Eso nos hará ser
conscientes de cómo "somos". Pues en base a los resultados obtenidos
en ese análisis tendremos que saber qué aspectos queremos mejorar de nuestra
personalidad.
Se trata de
redactar un listado de cualidades que queramos tener, desarrollarlas un poco
haciendo una breve frase con cada una de ellas. Por ejemplo: Si eres una
persona que no suele alcanzar las metas y desiste al poco tiempo puedes decir, "Yo
soy muy perseverante. Siempre alcanzo las metas que me propongo con gran
constancia y dedicación"
Siempre hay que
escribir las frases en tiempo presente. Y eso es muy importante porque el
subconsciente sabe que el tiempo no existe, ya que es una ilusión creada en la
dimensión física. Con el subconsciente hay que jugar con sus reglas.
Hay varios
aspectos que hay que entender del subconsciente: no entiende el NO. Por lo
tanto tienes que escribir tus frases y sugestionarte siempre en positivo. Si
dices "Yo no soy un vago" El subconsciente entiende "Yo soy un
vago". Y es más lógico de lo que parece, porque cuando dices vago, estas
pensando en la vaguería, y eso es lo que creas.
De igual manera
podemos apuntar algo importante sobre el subconsciente: y es que el
subconsciente es conocedor de la unidad, y no entiende, como creemos
erróneamente, que somos seres individuales. El subconsciente sabe que somos
parte de un todo. Así que cuando pensamos algo malo de alguien, realmente
estamos pensando algo malo de una parte del todo, de nosotros. Y el
subconsciente lo interpreta de esa forma, entendiendo que nos vemos como vemos
al otro. Con lo que se hace evidente que juzgar al prójimo o desear mal ajeno,
o cabrearse con alguien y sentir enfado, ira , odio... con ello, sólo nos
estamos haciendo daño a nosotros mismos.
Y es que debemos
aceptar algo que nuestro ego no quiere entender: todo aquello que no nos gusta
de nuestra realidad es aquello que no nos gusta de nosotros mismos. Porque
nuestra realidad es una manifestación de la mente subconsciente y su sistema de
creencias.
Hay muchas
realidades, y si queremos una realidad mejor, hay que cambiar el sistema de
creencias almacenado en el subconsciente. Si cambia el subconsciente cambia la
realidad, eso es irrefutable. Si lo trabajas bien notaras un cambio abismal no
solo en ti, sino en tu vida.
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